Todos tenemos un cuerpo. Eso es lo que los humanos tenemos en común. Nuestro cuerpo es tal vez el regalo más grande durante nuestra estancia en este planeta.

Me pregunto si ya lo habías pensado así, ¿cuál es la relación con tu cuerpo? ¿lo consideras como un regalo? Tu cuerpo te ayuda a lograr tu más alto propósito en el mundo y es el vehículo a través del cual caminas tu propia vida. 

Desde el momento de la concepción el embrión humano crea a su propio cuerpo sin un cerebro. El cómo lo hace sigue siendo un misterio. Es fascinante la perfecta inteligencia de cada célula en acción, diferenciándose en grupos, discriminandose en capas, para crear cada parte, tejido y función. Viéndole de esta forma el momento de nuestra concepción es un pequeño Big bang del cual hemos sido partícipes. En la propuesta de la embriosofía, el concepto de toda la organización biológica y el desarrollo del cuerpo, poseen una inteligencia y una energía metafísica a través de todos sus procesos. La manera en que cada célula se comunica con las otras, el cómo juntas crean comunidades perfectas de interacción para conformar al cuerpo y hacerlo funcionar, es simplemente fascinante.

Las células se comunican internamente entre ellas y también con su medio ambiente, a través de un sistema complejo de señales químicas, crean y liberan sustancias de información para mantener al cuerpo en perfecto funcionamiento.

Las glándulas endocrinas en tu cuerpo, son lugares en donde las células y el tejido se han especializado en crear y liberar hormonas específicas, producen sustancias que mantienen la perfecta comunicación entre los órganos y sus funciones concretas. La organización molecular poderosa de las glándulas, ayuda a tu cuerpo a formar y a experimentar estados de consciencia y de presencia muy especiales. Te puede llevar a profundos y poderosos estados de organización física, emocional y mental.

Hace cientos de años, los yoguis identificaron ciertos lugares en el cuerpo donde circulan energías específicas, estas energías nos pueden ayudar a integrar nuestra experiencia humana con planos más sutiles. Los yoguis llamaron chakras a estos puntos o regiones del cuerpo.

Corporizar estos lugares te ayuda a entrar de manera más rápida en una experiencia consciente de tu alineación energética. Contactar con tus glándulas te ofrece una claridad de percepción e integración física, como resultado de lograr una experiencia corporal consciente de los estados puros que ellas te ofrecen. 

Durante este módulo exploraremos, movimiento, sonido, mantra, asana y meditación, como herramientas para corporizar y despertar estos puntos de energía. 

Te invito a que descubras y recorras los mapas de cada chakra, a través de vivenciar el misterio y la maravilla de tu propio sistema endocrino.